Toda creación especial tiene un comienzo único. Y María Camila surgió así, del comienzo de un amor bien merecido, que emergió de entre tristezas y nuevos intentos por hallar felicidad.
Entre dos corazones creció un tercero que lleva las riendas de esta casa, donde quiera que se encuentre ésta; mejor dicho, donde estemos siempre Juan, Cami y yo. Suficiente techo nuestra entrega, mientras tenemos la familia tan lejos.
Aquí les regalo el chispazo y el resto de la historia de una niña que ama el ballet clásico, que adora hacer rompecabezas y que amarró nuestras vidas a la suya. Nuestra hija, por siempre…
El pasado julio volví, después de un año, a Isla de Margarita. Ésta es una muestra de que el paraíso existe cerca de Puerto La Cruz, hacia el norte, en pleno Mar Caribe. La bahía de Juan Griego nos robó el alma y el atardecer de esos últimos días por la Perla...
¿Por qué mi Blog con el nombre de El Moján? Está bien, aprovecharé para hacer turismo... Es un pueblo al norte del estado Zulia. No nací allí, pero sí mi padre, Rolfe de Jesús Villalobos Guerrero, uno de alrededor de 60 hermanos, según me dicen. En El Moján, en realidad San Rafael de El Moján, se quedó gran parte de mi niñez al borde del lago de Maracaibo, el camino serpenteante entre conservas de leche hechas por oriundos de la zona y aquellos pantanales de los que se servían las garzas blancas. Dicen que soy "mojanera" porque mi ascendencia es de aquellos lados, donde hay muchos indígenas y palafitos. Lo cierto es que mi primer año de vida lo disfruté en ese pueblo que han modernizado los gobiernos de turno (menos mal). Tengo sangre guajira y honor que me hace haber vivido por esas orillas que una vez fueron acariciadas por un lago único. ¿Qué será de ese lago, por cierto?
